Vuelve a jugar con las manecillas del reloj
moviendo a su antojo el tiempo,
marcando cada segundo a su ritmo,
como si de un juguete más se tratara.
Sonríe con él entre las manos
observando a su madre con sonrisa clara
ojos gigantes y boca mellada
mirada brillante color esperanza.
Juega ahora a tu antojo, niña,
porque aunque no te des cuenta
es él quien juega contigo,
conmigo
a su libre albedrío nos lleva,
y nos deja
y nos deja huella,
y nos deja en tierra
?
ResponderEliminar¿Y si cambias la fuente?
no se ve bien?
ResponderEliminarhecho ;)
ResponderEliminarPues sólo se ven dibujitos :?
ResponderEliminarahora?
ResponderEliminarAhora sí :)
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