jueves, 14 de abril de 2011

Aparentemente

Nunca lograrás entenderlo, porque no eres capaz de prestar una mínima atención a aquello que tus ojos no ven, ni lo que tus oídos no pueden escuchar, ni lo que tus manos sentir, ni tus labios saborear. Podrías olerlo, es cierto, pero siempre andas constipada y el viento nunca acompaña.

Hay cosas que las palabras no pueden decir, hay sentimientos que sólo las miradas, los gestos y los pequeños detalles son capaces de desvelar. Sólo debes estar atenta y, sobre todo, saber interpretar. Esa es tu única función en este teatro. Tienes suerte, nadie mueve tus hilos. Ella, sin embargo,  se siente atada tras el telón.
Quizá ese sea el problema. ¿Cómo una marioneta va a poder sentir? Pues sí. Porque sólo es una actriz en ese escenario. Fuera, sigue teniendo nombre y apellidos. Y tú, también.

1 comentario:

  1. ES cierto, a veces nos encantaría poder vivir siempre detrás de un pseudónimo, pero necesitamos un nombre para ser verdaderamente libres.

    ResponderEliminar