viernes, 5 de noviembre de 2010

Baka

No intentes llevar un arma a dos manos con una sola.
Su peso es muchísimo mayor que el resto del armamento. Probablemente su filo sea igual al de una espada de una sola mano, o puede que un poco menos, ya que requiere más fuerza y por eso, normalmente, se tiene menos precisión. De ahí a que en la mayoría de casos se falle o el objetivo alcanzado no sea el del todo esperado.
Hay armas a dos manos que son de doble filo. Ya es difícil controlar estas moles pesadas, como para que, encima, puedan rasgar por ambos lados.
¿Sabes? Creo que el orgullo es una de las peores armas que tiene el ser humano. A veces incontrolable, sensible y bastante importante en según qué personas. No te creas especial por tenerlo, es algo bastante común. Y sí, podríamos considerarlo un arma de doble filo. Hiere, y mucho. Tanto a emisor como a receptor, ya que normalmente, en casos orgullosos, afecta a los dos en uno solo. Te duele no poder agachar la cabeza y pedir perdón, pero hacerlo supondría el dolor de tragarte tu propio orgullo.
Pues nada, sigue sufriendo, pedazo de masoca, por no tener un poco de humildad y por pensar que eres el ombligo del mundo, que yo ya le sonreiré a otra gente que sepa valorar lo que tiene y comportarse como personas, con su orgullo, pero también con su humildad.
Uy, casi se me olvida, el orgullo normalmente respalda a un cobarde. Pues como dice el refrán y a ti te va que ni pintado: dime de qué alardeas, y te diré de lo que careces, valiente.

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