miércoles, 22 de septiembre de 2010

Quizá la fuerza coactiva esté volviendo a las andadas

A veces las cosas suceden sin más.
Sin embargo, hay otras, que por más que busques ese hecho, nunca, nunca sucede, y lo sabes, eres consciente, pero lo sigues buscando, ¿por qué?.

Puede que sea anhelo, anhelo de un abrazo, de un te quiero, de una mirada cómplice que hable por sí misma.
De esa sonrisa que te convence plenamente de ser capaz de hacer cualquier cosa.

¿Anhelo?
No, no lo creo, no creo que se trate sólo de eso.Quizá sea algo más, cualquier cosa que te haga soñar, vibrar, temblar, sonreír sin un motivo en concreto, sin un trasluz que alcanzar.
No tiene porqué ser una persona en concreto, basta que sea cualquiera que esté ahí, en el momento justo, en el lugar adecuado.

Yo no creo en las casualidades, pero son estas 'casualidades' las que hacen que te des cuenta de quienes tienes a tu alrededor, en el momento justo, en el lugar oportuno, y quienes son capaces de, con una mirada o un abrazo, calmar ese fulgor que desea salir y no puede.
Por eso no creo en las casualidades, porque siempre hay alguien que las busca. Por tanto, pierde el encanto de ser...una casualidad.

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