miércoles, 22 de septiembre de 2010

Resbalas Entre Mis Dedos


Abrázame, aunque sólo sea una vez más,
para así poder susurrarte al oído que te quiero,
y me ahoga verte marchar.
Dime que te quedarás a mi lado,
dime que no partirás
hacia donde las gaviotas no pueden volar.
Prométeme que aguantarás
ese escalofrío que por tu cuerpo correrá,
pométeme que no te asustarás
si por mis venas lágrimas ves derramar.
Entiéndeme, te quiero aquí, te quiero mía,
te quiero en mi.
Sé que no va a ser así,
por mucho que lo intente no lo conseguiré.
Tú te marcharás, harás tu vida normal.
Yo me quedaré sentada en el andén,
por el que alguna tarde te veré aparecer.
El Sol de nuevo nacerá, mas no sobrevivirá,
la envidia que te tiene lo matará,
no lo soportará, sabe que se apagará,
y sus cenizas al cielo caerán.
Y entonces mi vida, tú lo sabrás,
lo entenderás, sabrás que por ti,
una vez más, he dejado de volar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario