martes, 28 de septiembre de 2010

¿Hasta cuánto estamos condicionados por aquello que nos rodea?

¿Y por lo que pensamos que no nos rodea y resulta que aparece en el momento menos oportuno?
¿Hasta qué punto empieza tu libertad y termina la mía?
¿Dónde está el límite?
Hazte de respetar, dicen.
Y respeta tú también. Eso lo dicen menos.
Bah, me enfado y dejo de escribir.
Como los niños pequeños cuando dicen: ¡Pues no respiro!
Igual.
Nadie lo entendería, lo sé.
Pero dan ganas de matarlos a todos (en sentido figurado)
pero de momento no me pagan para eso...¿o sí?
Quién sabe.

5 comentarios:

  1. Lee la cuarta línea empezando por abajo.

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  2. Entonces ¿qué te voy a decir que no sepas? Crees que ya da igual y de pronto un día te das cuenta de que aún eres vulnerable... En fin...

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  3. No...no van por ahí los tiros. Es, simplemente, inexplicable. Todo en su conjunto.

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